lunes, febrero 27, 2006

...por un mundo mejor


Todas las mañanas me despierto muy temprano, con mucho sueño todavía, quisiera poder dormir hasta mas tarde, pero una pequeña voz, balbuceando incoherentes palabras, me llama desde una cuna que se me ocurrió meter en mi cuarto, y aun no he tenido el valor de sacarla.

Mi hijo, me sonríe al verme aparecer, ya no hay oscuridad, la inmensa cara de su madre lo acompaña, no es necesario sentirse solo. Entonces ríe, sus piernas y brazos se mueven al compás de su alegría.

Felizmente lo alimento, le cambio su pañal y su ropa. Comienza para el un nuevo día, lleno de aventuras, de nuevas lecciones, un inmenso mundo por explorar. Es la vida de mi hijo, un niño feliz.

Cada vez que veo la sonrisa de mi hijo, aparte de sentir una gran satisfacción, no dejo de pensar en los millones de pequeños que como él, tienen derecho a una familia y a ser felices, pero que por diferentes razones, que aun no entiendo, no lo son. Es cruel pensar que una criatura tan pequeña venga a este mundo a sufrir cosas, que muchas veces los grandes ni siquiera son capaces de soportar. Y me encomiendo a Dios y le pregunto porque?, casi lo culpo de todo.

Quisiera que todos los niños del mundo fueran tan felices como Daniel, mi hijo.
Quisiera que simplemente por el hecho de una mujer, nacer mujer fuera capaz de ser la madre mas abnegada. No puedo comprender como existen algunas que son capaces de dar una vida, para luego quitarla. Peor aquellas que no los matan enseguida, sino poco a poco, a lo largo de una vida.

Quisiera, que los hombres, pensaran mas, antes de dejarse llevar por un instinto, o que se dejaran llevar mas bien por el instinto paternal. Porque la palabra padre es grande, tan grande como lo es la palabra madre. Mama, Papa es el nombre de Dios en la boca de todos los niños.

La cara del asesino, no es la misma cara del niño que antes era. Porque un niño siempre le hará a la humanidad, lo que la humanidad le hizo a el. No dejo de pensar lo triste que debió haber sido esa infancia, que lo llevo a convertirse en un monstruo.

Quisiera que la guerra no los alcanzara, ni la maldad, ni el hambre, ni la enfermedad.
Quisiera que simplemente fueran niños, sumergidos en su inocencia, inquebrantable. Que no sufrieran.

Quisiera, que el mundo fuera capaz, de ayudar mas, de erradicar esta falla. Que en vez de construir grandes almacenes, templos, edificios, seamos capaces de construir hogares para estos niños.

Quisiera que este sentimiento, se convirtiera en una hermosa epidemia, que contagiara al mundo entero, quizás haríamos mucho mas, porque mucho mas se requiere. Mas es poco.

Por una mirada inocente, por una sonrisa infinita. Por un mundo mejor...

http://www.savethechildren.org/

http://www.oxfam.org/es/

http://www.thehungersite.com/cgi-bin/WebObjects/CTDSites

http://www.wvi.org/wvi/home.htm

http://www.gmfc.org/

http://www.nph.org/

http://www.unicef.org/

http://www.remar.org/

http://www.anesvad.org/pub/cast/home.htm

http://www.msf.es/

Salvemos a los niños.

2 Comments:

At 12:01 p. m., Blogger princess olie said...

Por favor, Ivette, no saques esa cuna de tu cuarto...
Permite que tu bebé sienta lo más que se pueda tu compañía. Estrecha los lazos a diario. Nunca dejes de decirle "te amo", que lo va a comprender a pesar de sus escasos meses.
Tengo con mis hijos una gran relación basada en nuestro gran amor, alimentada día a día y créeme que nada puede superar eso, nada. Ni el éxito profesional ni un gran amor de pareja.
Olie

 
At 7:14 p. m., Blogger Salva said...

Una de las máximas budistas es fomentar la compasión hacia todos los seres. Por esto, se refieren a veces a los seres como "las madres", en alusión a que cualquier ser puede haber sido nuestra madre en otra vida.
¿Cómo puede una madre ser mala?... siempre me ha parecido una metáfora buenísima. Todo aquél que sea capaz de pensar en los demás como en su madre, está muy cerca de la empatía hacia todos los seres. Un saludo.

 

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